Wuornos regresó a Michigan. Fue detenida en County Antrim y acusada de asalto y perturbar la paz en 13 de julio de 1976, a raíz de un incidente en el que arrojó una bola de billar a un camarero en la cabeza. También tenía órdenes pendientes por conducir sin licencia y por beber en un vehículo. Fue multada con 105 dólares. El 17 de julio de 1976 murió su hermano Keith de cánce de esófago y Wuornos obtuvo 10.000 dólares de su seguro de vida. Wuornos pagó los 105 dólares de multa después de haber cobrado el seguro el 4 de agosto de 1976, y dentro de los dos meses restantes despilfarró el dinero en lujos, incluido un nuevo coche que más tarde destruyó.
A finales de septiembre de 1976, Wuornos hizo auto-stop hasta Florida, donde conoció al presidente del Club Naútico, Lewis Fell, de 76 años de edad. Se casaron en 1976 y la noticia de su boda fue impresa en la sección de sociedad en el periódico local. Sin embargo, Wuornos continuamente se veía envuelta en los enfrentamientos en un bar local y fue enviada a la cárcel por asalto. También golpeó a Fell con su propia caña, provocando que él pudiera obtener una orden de alejamiento en su contra y la anulación del matrimonio. Se habían casado hacía 6 semanas.
Años intermedios
Wuornos, ahora usando el alias Susan Blahovec fue multada por exceso de velocidad en Jefferson County, Florida sólo una semana más tarde. Pocos días después del incidente en Jefferson County, Wuornos conoció a la joven de veinticuatro años de edad Tyria Moore, en un bar gay de Daytona. Pronto se convirtieron en amantes. Moore dejó su trabajo como empleada doméstica de un motel y permitió que Wuornos la mantuviera con sus ingresos de la prostitución. Iban de motel en motel y, en ocasiones, durmieron en antiguos graneros. En julio de 1987 la policía de Daytona Beach detuvo a Moore y Susan Blahovec (Wuornos) para ser interrogadas bajo sospecha de haber golpeado a un hombre con una botella de cerveza. El 18 de diciembre de ese mismo año, policías de tráfico denunciaron a Wuornos por conducir por la carretera interestatal con licencia caducada.
El 12 de marzo de 1988 bajo un nuevo alias, Cammie Marsh Green Wuornos acusó a un conductor de autobús de Daytona Beach de asalto. Ella afirmó que la había sacado del autobús con excusas. Moore fue identificada como testigo de este incidente. El 23 de julio de 1988 Moore y Wuornos (utilizando el alias de Susan Blahovec) fueron acusadas por el dueño del departamento de Daytona Beach donde se hospedaban, por actos vandálicos contra la vivienda. Declaró que habían arrancado las alfombras del apartamento y pintado las paredes de color marrón oscuro sin su permiso. En noviembre de 1988 Susan Blahovec (Wuornos) empezó una campaña de seis días de llamadas amenazadoras en contra de un supermercado de Zephyrhills a raíz de un altercado con billetes de lotería. En 1989 Wuornos rara vez viajó sin una pistola cargada. Trabajó en los bares y paradas de los camiones para complementar sus ingresos con la prostitución. Ella presuntamente comenzó a hablar con Moore acerca de los numerosos problemas en su vida. Para entonces Moore y Wuornos comenzaban a tener más problemas financieros.
Últimos años : Las víctimas
David Spears, 1 de junio de 1990
Charles Carskaddon, 6 de junio de 1990
Peter Siems, 4 de julio de 1990 (vehículo encontrado, el cuerpo nunca fue hallado)
Troy Burress, 4 de agosto de 1990
Dick Humphreys, 12 de septiembre de 1990
Walter Jeno (Gino) Antonio, 19 de noviembre de 1990
Detención y condena
El 31 de marzo de 1992 Wuornos invocó nolo contendere por los asesinatos de Dick Humphreys, Troy Burress y David Spears, diciendo que quería "estar bien con Dios". Durante el juicio fue adoptada por Arlene Pralle después de haber tenido un sueño en el que se le dijo que "cuidara" de Wuornos. Según Pralle, Jesús le dijo que escribiera a Wuornos, y así lo hizo. Lo que Wuornos no sabía era que Pralle estaba pidiendo dinero por las entrevistas, incluso una con Nick Broomfield, quien le pagó 10.000 dólares. Parte del dinero fue para el abogado de Wuornos, Steven Glazer, contratado por Pralle. La apelación de Wuornos ante el Tribunal Supremo fue rechazada en 1996. La relación entre Wuornos y Pralle no duró; Wuornos empezó a sospechar que Pralle sólo estaba ahí por la publicidad y el dinero. Wuornos dijo a Broomfield en una entrevista que Pralle y Glazer incluso le indicaban formas de suicidarse en la cárcel. También le aconsejaron el "nolo contendere" porque Glazer, conocido antes del juicio de Wuornos como "Dr. Legal", era demasiado inexperto para manejar un juicio por asesinato múltiple. En su declaración ante el tribunal, ella dijo "quería confesarte que Richard Mallory me violó violentamente como le he dicho. Pero estos otros no. [Ellos] sólo comenzaron".
Wuornos contó varias historias inconsistentes sobre estos asesinatos. Admitió haber matado a siete hombres, en incidentes separados. Alegó inicialmente que los siete la habían violado mientras ella estaba trabajando como prostituta. Más tarde se retractó reclamando defensa propia. Durante una entrevista con Broomfield en la que pensaba que las cámaras estaban apagadas, dijo que definitivamente en el caso de Mallory había sido defensa propia, pero no tenía otra opción que ir por la pena de muerte. Ella alegó que nunca podría soportar el estar en prisión por el resto de su vida. Cuando Broomfield preguntó: "¿Fue defensa propia?" Ella respondió: "Sí, y así fueron algunos de los otros pero no puedo decir nada a nadie así que tengo que ir por la pena de muerte".
Más tarde Wuornos acusó a la supervisora de cárcel de abusar de ella. La acusó de manchar su comida, escupir sobre ella, servirle patatas cocidas en suciedad y llevarle alimentos con orina. También alegó escuchar conversaciones sobre "tratar de presionarme tanto que terminaría suicidándome antes de la ejecución" y "deseando violarme antes de la ejecución." También se quejó de los registros cuando estaba desnuda (strip search), siendo esposada tan estrechamente que su muñeca estaba amoratada cada vez que dejaba su celda, pateo de puerta, frecuentes revisiones por parte de matronas, baja presión de agua, moho en su colchón. Wuornos amenazó con boicotear las duchas y bandejas de comida cuando determinados oficiales estaban de guardia. "Mientras tanto, mi estómago ruge y estoy tomando duchas a través del lavabo de mi celda".
Su abogado declaró que "la Sra. Wuornos realmente sólo quiere tener un tratamiento adecuado, un trato humano hasta el día en que sea ejecutada", y "Si las acusaciones no tienen ninguna verdad para ellos, estará claramente desilusionada. Ella cree lo que está escrito".
Durante las etapas finales del proceso de apelación dio una serie de entrevistas a Broomfield. En su última entrevista, poco antes de su ejecución, la entrevistada afirmó que su mente estaba siendo controlada por "la presión sónica" para hacerla parecer loca y que sería sacada por ángeles en una nave espacial. Cuando Broomfield trató de que hablara de su anterior afirmación de haber matado a sus víctimas en defensa propia, Wuornos se enfureció, maldijo a Broomfield, y terminó la entrevista. Más tarde, Broomfield se reunió con Dawn Botkins, una amiga de la infancia de Wuornos, quien le dijo, "Ella lo lamenta, Nick. No te mostró el dedo. Se lo hizo a los medios de comunicación, y luego a los abogados. Y ella sabía que si decía mucho más, podría haber una diferencia en su ejecución el día de mañana, por lo que decidió no hacerlo".
El contenido de la última comida de Wuornos es incierta. Algunas fuentes afirman que rechazó la tradicional última comida, que podría haber sido cualquier cosa que pidiera por debajo de los 20 dólares, y en su lugar se le dio una taza de café. Sin embargo, el documental de Broomfield dijo que recibió una última comida de KFC pollo frito y patatas fritas
Sus últimas palabras fueron "Yo sólo quiero decir que estoy navegando con el Rock y regresaré como en el Día de la Independencia con Jesús el 6 de junio, al igual que en la película, grandes naves nodrizas y todo. Regresaré."
El perfil psicológico de Wuornos es similar al de otros asesinos esquizofrénicos y psicóticos, dentro de los cuales, la primer sintomatología criminal, es la de no encontrar límites reales entre lo bueno y lo malo, lo cual denota una clara conducta psicópata, sin embargo, al unirlas con la esquizofrenia y los límites psicóticos, estos vierten en modos de vida que para estos enfermos son aceptables, sin importar lo que la sociedad diga de ellos, de hecho, este tipo de enfermos, están completamente seguros de que actuar es completamente coherente y lleno de una falsa moralidad constituida por ellos mismos.
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